divendres, 6 de juliol del 2012

PREVIO IRONMAN FRANKFURT 2012

En unos pocos días nos encontraremos, una vez más, ante la que se dice es la prueba deportiva  de un día de duración más dura del mundo:El Ironman.

Echando la mirada atrás resulta inconcebible asimilar todo el entrenamiento, todo el esfuerzo realizado durante los últimos meses: kilómetros, piscinas, carreras, madrugones, comidas, lesiones,  suplementos, material…
Siempre que nos ponemos esta prueba como objetivo surge la duda de si seremos capaces de realizar una preparación adecuada.  La combinación con las obligaciones laborales y familiares supone muchas apreturas y estrés.
Pero no se debe simplificar esta dedicación como un sacrificio que sólo tiene sentido de cara a un resultado final. Esto es una forma de vida que hemos elegido libremente y que, en realidad, nos gusta.  Durante meses realizamos multitud de  entrenamientos , muchos de ellos  con los amigos con quienes compartes tu pasión, y otras tantas competiciones.
Hemos superado las dificultades y estamos satisfechos del nivel alcanzado. Nos encontramos bien; tan fuertes o más que nunca.
Tenemos la ilusión de obtener nuestro mejor resultado, batir nuestra marca. Particularmente con 42 años soy consciente que es mi última oportunidad de alcanzar mi mejor rendimiento.
Pero en un Ironman hay tantas variables, que en cualquier momento todo se puede ir al traste: problemas físicos, accidentes, averías, hidratación-comida…
Por tanto lo haremos lo mejor posible. Por nuestra parte no quedará. Tendremos la motivación de los compañeros, sin la cual seguro que no podríamos llegar al límite, y la compañía de las familias. Y al final, sea cual sea el resultado,  siempre nos quedaremos con aquel año en que hicimos el ironman de Frankfurt, con sus anécdotas y las sensaciones que vivimos.
Nuestro agradecimiento a todos los que os acordáis y reconocéis nuestro esfuerzo, en especial a los compañeros lesionados y accidentados.
JVG